Es importante comenzar diciendo que el bonsái de interior no existe. Los bonsáis, al igual que cualquier otro árbol, están diseñados por la naturaleza para vivir en exteriores, expuestos a la luz solar directa, cambios de temperatura y la humedad natural. Sin embargo, algunas especies tropicales y subtropicales pueden adaptarse mejor a vivir en interiores, aunque lo ideal es que se mantengan al aire libre, donde sus condiciones de vida sean lo más parecidas posible a su entorno natural.
En esta entrada, te hablaré de las especies que, si bien pueden tolerar el interior de tu hogar, siempre estarán mejor si las mantienes en un espacio protegido en el exterior. Si decides cultivarlas dentro de casa, necesitarás proporcionarles cuidados especiales para asegurar que se mantengan saludables.
Especies que toleran mejor el cultivo en interiores
Ficus retusa: El Ficus retusa es una de las especies tropicales más resistentes y populares entre los aficionados al bonsái. Esta especie puede soportar niveles bajos de luz y fluctuaciones en la humedad, lo que la convierte en una buena opción para interiores. A pesar de esto, el Ficus estará más saludable si lo puedes colocar al aire libre en los meses cálidos y permitirle que disfrute del sol filtrado y la humedad exterior.
Schefflera arboricola (Árbol Paraguas): El Árbol Paraguas es otra opción tropical que se adapta mejor a las condiciones interiores que muchas otras especies. Aunque tolera la sombra parcial, es esencial asegurarse de que reciba suficiente luz indirecta. La Schefflera puede sobrevivir en interiores, pero también prosperará si puedes sacarla al exterior cuando el clima sea favorable.
Carmona (Té de Fukien): La Carmona, también conocida como Té de Fukien, es un bonsái que requiere luz intensa y humedad elevada para mantenerse sano. Aunque puede vivir en interiores, la Carmona se beneficiará enormemente de una estancia al aire libre durante las épocas de primavera y verano. En interiores, puede ser más difícil mantener los niveles de luz y humedad que necesita, lo que puede hacer que se debilite con el tiempo.
Serissa foetida (Árbol de las Mil Estrellas): El Serissa foetida es un bonsái que destaca por sus pequeñas flores blancas, pero también es conocido por ser sensible a los cambios en su entorno. Aunque puede vivir en interiores, es mejor mantenerlo en un lugar protegido al aire libre, donde las fluctuaciones de luz y humedad no sean tan drásticas como dentro de casa.
Crassula ovata (Árbol de Jade): Aunque el Árbol de Jade no es un bonsái tradicional, su naturaleza suculenta lo convierte en una opción interesante para aquellos que buscan una planta resistente. Puede tolerar la vida en interiores mejor que muchas otras especies, pero sigue necesitando luz brillante y un control adecuado del riego.
El entorno ideal: el exterior es la clave
El exterior es siempre el mejor entorno para un bonsái. Como árboles en miniatura, los bonsáis requieren luz solar, ventilación y fluctuaciones de temperatura para desarrollarse adecuadamente. Cuando mantienes un bonsái en interiores, limitas su acceso a estos elementos, lo que puede afectar negativamente su crecimiento y salud a largo plazo.
Sin embargo, si no tienes más opción que mantener tu bonsái en interiores, puedes seguir algunos pasos para crear un entorno más adecuado:
Luz
Los bonsáis requieren luz brillante para realizar la fotosíntesis. Si los mantienes en interiores, colócalos cerca de una ventana orientada al sur o complementa la luz natural con lámparas de cultivo que emitan luz adecuada para plantas. Las especies tropicales suelen necesitar al menos 6 horas de luz indirecta al día.
Humedad
Los ambientes interiores suelen tener niveles de humedad muy bajos, especialmente en invierno debido a la calefacción. Para aumentar la humedad alrededor de tu bonsái, utiliza bandejas con agua, coloca un humidificador cerca o agrupa varias plantas para crear un microclima más húmedo. Las especies tropicales, como el Ficus o la Carmona, se beneficiarán enormemente de un ambiente húmedo.
Temperatura
Evita exponer el bonsái a corrientes de aire frío o fuentes de calor directas como radiadores. Mantén una temperatura constante y, en la medida de lo posible, similar a las condiciones naturales de la especie que estás cultivando.
Cuidados específicos para bonsáis en interiores
Aunque estas especies pueden tolerar mejor las condiciones de interior, es esencial prestar especial atención a sus necesidades para evitar que se debiliten con el tiempo.
Riego
El riego es uno de los mayores desafíos para los bonsáis de interior, ya que las condiciones de luz y temperatura afectan la frecuencia con la que necesitan agua. Riega solo cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto, evitando tanto el exceso como la falta de agua. Un sustrato con buen drenaje es esencial para evitar la pudrición de las raíces.
Poda y pinzado
Los bonsáis de interior siguen necesitando poda regular para mantener su forma y salud. El pinzado fomenta un follaje más denso, mientras que la poda ayuda a controlar el tamaño del árbol y mejorar la estructura de las ramas.
Fertilización
Al estar en una maceta pequeña, el bonsái agota rápidamente los nutrientes disponibles en el sustrato. Utiliza un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), pero reduce la frecuencia en otoño e invierno, cuando el bonsái disminuye su actividad.
Trasplante
Cada 2-3 años, dependiendo de la especie y el crecimiento de las raíces, será necesario trasplantar el bonsái para renovar el sustrato y darle espacio para seguir desarrollándose. Aprovecha este momento para inspeccionar las raíces y asegurarte de que no haya problemas de enraizamiento.
Ventilación
La circulación de aire es crucial para evitar la proliferación de hongos o plagas. Si es posible, coloca el bonsái en un lugar donde pueda recibir una brisa suave, o ventila la habitación regularmente.
Conclusión: El equilibrio entre interior y exterior
Aunque hay especies de bonsáis tropicales que toleran mejor el cultivo en interiores, lo ideal es que pasen la mayor parte del tiempo en exteriores. Protegerlos de las inclemencias del tiempo no significa privarlos de la luz solar, la humedad y el aire fresco que necesitan para crecer de manera saludable. Si decides mantener un bonsái en interiores, asegúrate de proporcionarle un entorno lo más cercano posible a sus condiciones naturales, y siempre que sea posible, dale la oportunidad de respirar el aire exterior, aunque sea temporalmente.
El Ficus es una de las especies más resistentes para cultivar en interiores, pero necesita recibir luz indirecta brillante para mantenerse sano.
Algunas especies de bonsáis tropicales pueden tolerar mejor la vida en interiores, pero es esencial mantener condiciones de luz y humedad adecuadas.
El riego es uno de los factores más críticos para los bonsáis de interior. Un exceso o falta de agua puede ser perjudicial.
Los bonsáis tropicales necesitan un ambiente húmedo, especialmente en interiores. Un humidificador puede ayudar a mantener los niveles de humedad adecuados.
La ventilación es clave para evitar problemas de humedad en los bonsáis de interior. Colócalos en áreas con buena circulación de aire.