El otoño marca un cambio importante en las necesidades de cuidado del bonsái, especialmente en cuanto al riego. Las temperaturas comienzan a bajar, la luz solar disminuye, y el árbol se prepara para la fase de reposo. Sin los ajustes correctos, el exceso o la falta de agua pueden afectar negativamente la salud del bonsái, desde las raíces hasta el crecimiento general. Aquí te presentamos una guía detallada para adaptar el riego de tu bonsái en otoño, manteniéndolo saludable y listo para el invierno.
1. Entiende el Ciclo de Crecimiento y Reposo del Bonsái
En otoño, la mayoría de los bonsáis, especialmente los caducifolios, comienzan a entrar en un período de descanso en el que el crecimiento se ralentiza. Este es un proceso natural que les permite adaptarse al frío invernal. Al reducir su actividad, también disminuye la cantidad de agua que necesitan.
Consejo: Identificar el ciclo de tu bonsái (caducifolio o perenne) y su especie te ayudará a ajustar mejor sus cuidados. Por ejemplo, un bonsái de hoja perenne necesita una adaptación de riego diferente a la de uno caducifolio, que puede requerir un descanso hídrico más marcado.
2. Observa la Retención de Humedad en el Sustrato
Con la disminución de las temperaturas y la menor exposición solar, el sustrato tarda más en secarse en otoño. Es importante vigilar cómo cambia la retención de humedad en el suelo para evitar encharcamientos, ya que el agua retenida puede dañar las raíces y favorecer la proliferación de hongos.
Revisa la humedad del sustrato antes de regar: Introduce un palillo o utiliza un medidor de humedad para verificar si el sustrato realmente necesita agua.
Riega menos frecuentemente: A medida que el sustrato se seca más lentamente, reduce la frecuencia de riego en función de la necesidad de cada especie.
Consejo: Es útil hacer un seguimiento de la frecuencia de riego en otoño, ya que esta puede variar según las condiciones climáticas de tu región.
3. Cambia la Hora de Riego
En las mañanas de otoño, la temperatura suele ser más baja, por lo que es recomendable regar a media mañana para que el sustrato tenga tiempo de absorber el agua antes de las temperaturas más frías de la noche.
Evita regar en la noche: Durante las noches frías, el agua en exceso puede causar que las raíces sufran por la baja temperatura, especialmente si queda encharcada.
Riego a temperatura ambiente: Utiliza agua que no esté demasiado fría; el agua helada puede causar un shock en el sistema radicular del bonsái.
Consejo: Considera regar siempre en horas en las que el bonsái esté expuesto a algo de luz solar para que el sustrato se seque gradualmente.
4. Reduce la Cantidad de Agua de Forma Gradual
Es tentador cortar el riego de golpe con la llegada del otoño, pero es mejor reducir la cantidad de agua de forma progresiva para permitir que el bonsái se adapte.
Disminuye gradualmente el volumen de agua: Con menos agua, el bonsái comenzará a reducir su actividad natural en lugar de entrar en shock por un cambio drástico en el riego.
Observa las señales del bonsái: Si el árbol muestra signos de estrés como hojas secas o caída prematura de las hojas, ajusta la cantidad de agua y revisa las condiciones del sustrato.
Consejo: La reducción de agua debe adaptarse a la especie y el tamaño del bonsái, pues las variedades tropicales pueden requerir más agua en comparación con las especies de climas fríos.
5. Presta Atención a la Humedad Ambiental
Durante el otoño, el ambiente es generalmente más húmedo que en verano. Esta humedad adicional reduce la necesidad de riego directo en el bonsái y ayuda a que el sustrato se mantenga húmedo por más tiempo.
Utiliza una bandeja con agua para bonsáis en interiores: Esto es útil si el clima en el interior de tu casa es seco, ya que ayudará a mantener una humedad ambiental estable alrededor del bonsái.
Evita la nebulización excesiva: Aunque la nebulización es excelente en verano, en otoño puede ser menos necesaria, ya que el bonsái no requiere tanta humedad en esta fase de preparación para el reposo.
Consejo: Para verificar la humedad ambiental de la zona donde está ubicado tu bonsái, puedes utilizar un medidor de humedad, disponible en tiendas de jardinería.
6. Revisa las Condiciones del Clima Local y Adapta el Riego
El clima en otoño puede variar mucho según la región. En áreas donde el otoño es más húmedo y fresco, el riego puede reducirse al mínimo, mientras que en zonas secas se debe mantener un riego regular hasta que el frío sea más constante.
Monitorea el clima y ajusta el riego en consecuencia: Si se pronostican lluvias, evita regar el bonsái en días de precipitación.
Cubre el bonsái en caso de lluvias intensas: Si tu bonsái está expuesto a lluvias fuertes, una cobertura ligera lo protegerá del exceso de agua que podría saturar el sustrato.
Consejo: El clima seco puede engañar, ya que el sustrato puede verse húmedo por la superficie, pero seco en las raíces. Es importante observar el clima diario y revisar las condiciones de humedad del suelo.
7. Aprovecha el Otoño para Reemplazar o Airear el Sustrato
Si notas que el sustrato no drena bien, el otoño es una excelente época para reemplazarlo o airearlo, permitiendo que el agua fluya de manera óptima y evitando acumulaciones dañinas. La mezcla de sustrato adecuada asegura una buena retención de humedad en otoño sin causar encharcamiento.
Airea la superficie del sustrato con un rastrillo pequeño: Esto permite que el agua penetre mejor y previene la compactación del suelo.
Cambia el sustrato si es necesario: Un sustrato nuevo mejorará la salud de las raíces al estar menos compactado y más aireado.
Consejo: Una buena mezcla de sustrato para otoño incluye akadama, piedra volcánica y turba en pequeñas cantidades, ajustándose al tipo de bonsái que tengas.
Conclusión
El otoño es una temporada de transición crucial para el bonsái, y el ajuste en el riego es fundamental para que el árbol se adapte a las nuevas condiciones y se prepare para el invierno. Al disminuir la frecuencia y el volumen de agua, ajustar el horario de riego y monitorear el sustrato, estarás asegurando que tu bonsái entre en el invierno en óptimas condiciones. Cada especie y clima son únicos, así que mantén una observación regular para adaptar estos consejos a las necesidades específicas de tu bonsái.
En otoño, reduce la cantidad de agua y observa el sustrato antes de cada riego para evitar exceso de humedad.
Colocar una bandeja con agua debajo del bonsái ayuda a mantener una humedad estable en días de otoño secos.
Airear el sustrato de tu bonsái en otoño permite un mejor drenaje, preparando las raíces para el descanso invernal.
Un cobertor protege al bonsái del exceso de agua en caso de lluvias intensas durante el otoño.
La humedad ambiental del otoño reduce la necesidad de riego frecuente; revisa el sustrato antes de cada riego.