Regar un bonsai

Esta es la segunda lección del curso básico sobre cuidados del bonsái.

¿Te has preguntado alguna vez cual es la forma correcta de regar nuestro árbol?

Ese es el objetivo de este artículo. Vamos a ver el riego como un concepto amplio y común, pero también vamos a ver cómo regar por qué regar, cuándo y cuánto tenemos que regar nuestro bonsái.

Lo más importante es entender por qué tenemos que regar.

Porqué regar

Vamos a comentar algunos aspectos sencillos y básicos sobre la fisiología de las plantas, como funcionan. Van a mejorar ese concepto que queremos asentar y por eso consideramos que es importante tenerlos en cuenta.

Como dijimos en la lección anterior sobre la ubicación, las plantas son autótrofas, lo que significa que producen sus propios alimentos. Nuestro bonsai, también, porque es una planta más.

  1. 1.El proceso de elaboración de sus alimentos por parte de las plantas recibe el nombre de fotosíntesis, proceso que se realiza en las hojas y partes verdes de la planta.
  2. 2.Las plantas absorben del suelo a través de sus raíces el agua y algunos minerales disueltos en ella. Esta agua mineralizada es conducida desde la raíz hasta las hojas.
  3. 3.Las hojas toman el dióxido de carbono de su entorno a través de pequeñas aberturas llamadas estomas. En las hojas se encuentra una sustancia propia de las plantas de color verde que se llama clorofila.
  4. 4.La clorofila atrapa la energía luminosa que las plantas reciben del sol usando esta energía el dióxido de carbono y el agua.
  5. 5.Las plantas fabrican azúcares y almidones que serán sus propios alimentos y como residuo de la fotosíntesis las plantas eliminan el oxígeno.

Calidad del agua de riego

Hemos de ser claro en la importancia de la calidad del agua. Las  aguas muy duras tienen muchas sales disueltas sobre todo cal.  La cal  obstruye los poros de las raíces que como hemos comentado,  es las estructura que absorbe el agua para subir después hacia las hojas para hacer la fotosíntesis.

Entonces muchas veces nos encontramos con determinados árboles, como son los arces con problemas de salud, puntas quemadas, hojas dañadas.

Esto ocurre porque se riegan con aguas de calidad dudosa. Muy duras, demasiadas partículas. Necesitamos conocer la dureza del agua de nuestro lugar de residencia para evitar cultivar árboles que no sean capaces ce sobrevivir adecuadamente con nuestra calidad de agua.

Es como decíamos en la lección sobre la ubicación. Son los árboles los que determinan cuales si y cuáles no podemos cultivar.

La otra opción es usar aguas desmineralizadas, bien naturales o por procesos de osmosis.

con agua de osmosis en este caso que tiene muy pocas partículas disueltas  entonces muchas veces nos encontramos arces que tienen las puntas quemadas los filos de las hojas secas  y pensamos que es porque se queman con el sol o con el viento, con el frío, etc.

La realidad de este problema es que estamos regando con aguas de mala calidad. Al regar con agua de mala calidad lo que pasa es que se saturan los finos poros de las raíces impidiendo un bombeo adecuado del sistema radical al apical.

Las raíces tienen esos poros finitos por lo que absorbe el agua obstruidos y ante una exposición al sol con un periodo de mucho calor,  la planta no tiene la capacidad suficiente para bombear agua suficiente.

Aparecen entonces esas típicas hojas de punta seca o bordes quemados.

Muchas veces pensamos que es un problema de cultivo pero es más posible que en realidad se trate de un problema de riego. 

La ubicación entonces puede ser un factor protector o un factor estresante. Si colocamos a pleno sol este árbol, su deshidratación será más acentuada y en caso de incremento de las temperaturas o viento, su vida puede llegar a estar en peligro.

Sin embargo si la ubicación resulta en un lugar protegido y libre de corrientes, en semisombra, estamos colaborando a que el árbol sufra menos y ganar tiempo hasta que se puedan aplicar medidas en su beneficio.

Como regar un bonsai

Vamos a regar siempre la superficie del sustrato en profundidad y no importan si mojamos algo el tronco y las hojas. Pero solo “algo”. No debemos regar ni hojas ni troncos.

Esta acotación la realizamos por dos motivos:

Existen especies de árbol cuyo mayor atractivo es su corteza. Una corteza permanentemente mojada es una corteza que se pudrirá y perderá. Puede causar enfermedades y rompe la barrera natural que la corteza forma

El segundo motivo es porque en un árbol de denso follaje, que mojemos habitualmente durante el riego puede llegar a  ver descendido sus niveles de aireación y ventilación siendo un caldo de cultivo idóneo para los hongos. Y mucho más en verano, donde coinciden calor y humedad.

El riego abundante sobre el sustrato,  siempre será desde arriba y  hasta que el agua salga abundantemente por los agujeros de drenaje.

Otra pregunta habitual es si tenemos que regar nuestro árbol por la copa, mojando las hojas o  lo que llamamos riego foliar, que queda respondida. No es aconsejable mojar constantemente las hojas.  

En el caso de árboles pequeños que tengan los sustratos muy agotados lo que podemos hacer (de vez en cuando no siempre) es el riego por inmersión puesto que nos explican muchas veces en  las tiendas, la floristería o similares como forma habitual de riego, pero sin explicar la motivación ni las precauciones.

Para ello metemos al bonsái en el agua que cubra por encima de la maceta. Lo dejamos varios minutos hasta que deje de hacer burbujitas que supone el momento en el que el árbol ha llenado los huecos de aire de agua.

Esta técnica no es bueno que lo cojamos como rutina porque las sales del árbol, las sales minerales, tienden a ir hacia arriba por el empuje del agua, y nosotros necesitamos que esas sales estén abajo.

Por ello, siempre es importante regar desde arriba hacia abajo.

Cuando el árbol lleve  ya 5 ó 6 minutos lo podemos sacar y que escurra bien. Lo pones en su sitio de nuevo y el árbol  queda perfectamente regado.

Los árboles grandes que por su tamaño no podamos regar por inmersión y que igualmente tengan los sustratos ya agotados y muy apelmazados , lo que hacemos es lo que se llama el doble riego.

Lo primero regamos una vez por encima para que la tierra se moje un poco, puesto que  el agua parece que resbala por fuera de la maceta. Aun así lo regamos normalmente y lo dejamos un instante, pudiendo regar el resto de arboles mientras tanto por ejemplo.

Cuando esa tierra ya haya empapado la película que  hayamos conseguido dejar sobre el sustrato, la tierra se vuelve permeable y el agua ya entra perfectamente con un segundo riego.  Entonces hacemos ya el segundo riego que es más profundo.

 

En resumen, primero un riego que consiga bien esa capa superficial para que rompa la tensión que ofrece esa costra de tierra seca, dejamos un minuto y cuando haya mejorado la permeabilidad, hacemos el riego ya profusión.

Mientras avanzamos, deja que te haga un aviso. Los riesgos con pulverizadores,  tipo mochilas pulverizadoras o botellas de rociado foliar,  normalmente no son aptas para el riego.

Se utilizan para el tratamiento fitosanitario, aplicación de insecticidas y fungicidas e incluso para hidratar y subir el nivel de humedad ambiental, pero no para regar. No son aptos para regar porque como hemos dicho antes tenemos que hacer los riegos desde arriba y que el agua salga abundantemente por los agujeros de drenaje.

 Con un pulverizador tardaríamos horas en que un árbol con una maceta de tamaño medio. Pudiera ser regado y difícilmente conseguiríamos que saliera agua suficiente por los agujeros.

No hay problema por regar los abundantemente hasta que el agua salga por los agujeros cuando tenemos un sustrato de calidad y en buen estado.

La regadera en el bonsai.

Si pudiéramos decir cual es el mejor riego para un bonsái.

· Gotas pequeñas

· Una corrienta fina y constante

· Agua limpia y bien oxigenada.

Si deseamos emular a la lluvia necesitamos una regadera de agujeros finos. Hay algunas rosetas de riego con muchos agujeros que nos ofrecen un gran resultado.

Además un caño largo y estrecho nos da fuerza, que será una aliada para un riego de mejor calidad.

simplemente diarimos que la lluvia. Las gotas de agua caen a gran velocidad oxigenándose en su contacto con el aire durante su caída.

Sin embargo, son pequeñas y liquidas así que al caer no lo hacen con demasiada fuerza.

Tenemos que conseguir un sistema que se parezco lo máximo a eso:

Si quieres comprar una regadera para bonsai, en la tienda de la escuela, tienes productos de calidad a un gran precio. No dudes en visitarla y elegir la que mejor se adapta. Tienes muchos consejos y trucos para mejorar tu técnica de riego.

¿Cuándo regar mi bonsai ?

Esa es una gran pregunta que todo el mundo se hace cuando se inicia en el bonsái. 

Cuando adquieres un nuevo arbolito nos surgen mil dudas ¿Cuándo riego? Pero para esta gran pregunta no hay una respuesta única ni clara. Solo podemos decir que regamos el bonsái cuando el árbol lo necesita

 Es una cuestión de observación y de conocimiento. Pero también de experiencia, por ello merece la pena dedicar toda una lección al riego y a concienciarnos de su importancia.

Tenemos que saber que cualquier  árbol que tengas, necesita mucha agua en determinadas épocas del año y menos cantidad en otra.

Si es un árbol que está ahora mismo en pleno crecimiento (primavera) necesita más cantidad de agua.

Si La temperaturas de la primaverales pasan a las del verano, necesita mas cantidad.

Si estas utilizando técnicas de engorde como el colador, necesita mas cantidad de riegos.

Si estamos en otoño y el árbol ha dejado de crecer, necesita menos cantidad de agua.

En invierno todos los arboles suelen necesitar por norma general menos cantidad de agua.

Si tenemos un árbol con cierto porte y ya formado necesitamos controlar la cantidad de agua para que no se dispare su crecimiento.  

Si estamos cultivando pinos, debemos de ser comedidos con el riego puesto que gran cantidad de agua supondrá mayor tamaño de las acículas, y eso es algo que no queremos.

Y estas cuestiones, podemos contarlas, pero tienes que valorarlas y tener en cuenta tú.  Tienes que conocer a la planta, su especie, su momento de formación y ser un buen observador.

En el caso de los sustratos para bonsái, tipo akadama (que son los que  mejor drenaje y aireación consiguen),  siempre que la capa superficial empieza a secarse, el color pasa de un marrón oscuro a un terroso muy claro. Esa es una buena señal de que el árbol tiene que ser regado de nuevo.

Si os fijáis en la coloración del sustrato veréis cómo cambia de color. Fijad esos colores en la retina y cuando veáis que pasa de uno a otro, regad. Y como no… lo riego hasta que el agua salga abundantemente por los agujeros de drenaje.

Es como un mantra, debemos de asimilarlo y recordarlo siempre.

Riego de árboles de secano

En el caso de los árboles de secano, como ocurre en España con los olivos, regaremos igualmente en abundancia y empapando bien el sustrato, únicamente que se espaciarán los riegos. Porque a todos los árboles les gusta el agua.

No por ser un árbol de secano hay que echarle poquita agua, hay que echarle agua hasta que salga abundantemente por debajo, no se le echa poquita agua,  se riega normalmente, pero con menos frecuencia.

A todos los árboles les encanta el agua.

Otro detalle en zonas de latitud norte y más lluviosas, es el control del riego vigilando el sustrato de cara a cuando se forman líquenes.

Cuando se forman tenemos que vigilar los riegos. Ahí es cuando el árbol nos está indicando que nos estamos pasando de agua.

Cuando el riego es demasiado.

Para los que tengáis un clima muy lluvioso o alguna época del año en el que tengáis periodos de lluvia durante un tiempo muy prolongado y creáis que puede perjudicar al árbol porque el sustrato esté un poco agotado o porque esté demasiado colmado de raíces y empape sin drenar,  la solución que hacen Japón es  pone una cuña de madera a un lado de la maceta para inclinarla.

Con esa sencilla operación, se consigue que toda el agua salga por el agujero de drenaje que está en el lado opuesto.

Regar esquejes

En el caso de esquejes y acodos, tenemos que regar aunque el sustrato esté todavía mojado, porque evidentemente es una planta que al no tener raíces no está consumiendo agua, no está trabajando, pero necesita mantener una humedad constante.

Si estamos haciendo acodos aéreos con envuelta plástica, tendremos que inyectar agua con una jeringa. El plástico conserva mucho la raíz así que debemos de mantener un buen equilibrio para que el agua no se encharque dentro de la bolsa.

El primer riego tras el trasplante.

Vamos a tratar ahora un tema que esta entre el riego del bonsái y el trasplante. El trasplante es una técnica en la que el riego tiene un importancia fundamental. El primer riego tiene que hacerse no hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje abundantemente sino hasta que el agua salga limpia.

Es implica un riego especialmente abundante no solo que empape. Si no que lo que pretendemos conseguir es que arrastre las impurezas que el sustrato nuevo conserva y limpie los espacios entre los granos de sustrato, eliminando a futuro la formación de barros.

Vamos a ver que el agua va saliendo al principio con mucho polvillo marrón, el típico de la akadama, que sale disuelta en el agua pues no vamos a parar de echarle agua al árbol hasta que el agua salga totalmente limpia por el fondo que es la señal inequívoca de que ya hemos lavado bien el sustrato.

No importa si tenemos que llenar varias veces la regadera. Si usamos una lanza de riego, el tiempo invertido en regar este árbol será mucho mayor que el que normalmente usaríamos para regar un árbol normal.

🕰 La mejor hora para regar

Otra pregunta común entre principiantes y aficionados es cuál es la hora adecuada para regar nuestros bonsáis.

En ocasiones el mejor momento para regar un bonsai es cuando nuestro habitos y horarios mejor se adapten. No es un tema de importancia alta.

Sin embargo vamos a aprovechar para resolver esta y otras dudas que giran en torno a las horas mejores para el riego de un bonsai.

Existe una mito en el bonsái, que dicen que no se pueden regar las plantas en las horas de máximo sol porque las raíces se cuecen. No es cierto. Tampoco es cierto el efecto lupa que daña las hojas si riegas en la horas de calor y quedan gotas sobre la masa foliar.

Pueden regar tu bonsai a la hora que quieras, no tengas miedo porque el bonsái no se te va a quemar las raíces no se van a cocer ni a dañar las hojas.

Es cierto que en verano es mejor no regar por las noches, para evitar la proliferación de hongos

Si vives en una zona fría,  que en inverno hiela y el termómetro desciende más allá del cero, es mejor no regar de noche para evitar mayor congelación y sin embargo es mejor regar por la mañana, si ves que ha helado, porque el hielo deshidrata las raíces y las puede secar.

En verano  no les va a pasar absolutamente nada al contrario sí riegas en las horas de máximo calor lo que estás haciendo es refrescar el sustrato. Moja la maceta por fuera para  refrescar y bajarle la temperatura al sustrato y luego riegas por dentro que igualmente desde esta temperatura el sustrato está refrescando e hidratando.

Al contrario de lo que pueda parecer es muy bueno regar el árbol cuando más lo necesita.

Por ahora terminamos con esta lección. Puede revisar los videos para afianzar los conocimiento y hacer mas amena la lección.

Si tienes dudas o deseas compartir tus experiencias tienes más abajo los comentarios o puedes contactar a través del correo.

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