La lluvia es un fenómeno natural esencial para la vida de las plantas, incluidos los bonsáis. Sin embargo, dependiendo de su intensidad y frecuencia, puede traer tanto beneficios como riesgos para estos pequeños árboles cultivados en maceta.
En este artículo, exploramos cómo la lluvia afecta el sustrato, el abonado y la salud del bonsái, así como las precauciones que debes tomar en caso de lluvias excesivas.
Beneficios de la lluvia para el bonsái
La lluvia proporciona múltiples ventajas para el crecimiento y la vitalidad del bonsái:
1. Agua pura y libre de químicos
El agua de lluvia no contiene los minerales y químicos presentes en el agua del grifo, como el cloro o la cal. Esto la convierte en una opción más saludable para el riego, especialmente en especies sensibles a la acumulación de sales en el sustrato.
2. Limpieza natural del follaje y el sustrato
La lluvia elimina el polvo, suciedad y posibles plagas del follaje. También ayuda a enjuagar el sustrato, evitando la acumulación de residuos minerales perjudiciales.
3. Hidratación uniforme y profunda
A diferencia del riego manual, la lluvia penetra de manera uniforme en el sustrato, asegurando una hidratación óptima de las raíces.
4. Regulación térmica
La lluvia refresca el ambiente, especialmente en días calurosos, evitando el sobrecalentamiento del bonsái y su maceta.
Precauciones en caso de lluvias excesivas
Si bien la lluvia moderada es beneficiosa, el exceso de agua puede causar problemas graves para el bonsái.
1. Encharcamiento y pudrición de raíces
El principal riesgo de lluvias prolongadas es el exceso de agua en el sustrato. Si el drenaje no es adecuado, las raíces pueden asfixiarse y pudrirse.
¿Cómo prevenirlo?
-Usa un sustrato bien drenante (akadama, pomice, kiryuzuna).
-Asegúrate de que la maceta tenga orificios de drenaje despejados.
-Si las lluvias son constantes, inclina ligeramente la maceta para facilitar la salida del agua.
2. Lavado de nutrientes en el sustrato
Las lluvias intensas pueden arrastrar los nutrientes del sustrato, dejando al bonsái con carencias de elementos esenciales para su crecimiento.
¿Cómo solucionarlo?
-Después de varios días de lluvia, reanuda el abonado para reponer los nutrientes.
-Usa abonos de liberación lenta para evitar una pérdida rápida de nutrientes.
-Si el sustrato se ha empobrecido demasiado, considera trasplantar con una mezcla más rica en materia orgánica.
3. Debilitamiento y rotura de ramas
Las lluvias fuertes, especialmente acompañadas de viento, pueden dañar ramas delicadas o con alambres.
¿Cómo proteger el bonsái?
-Si hay tormenta, mueve el bonsái a un área protegida, como un invernadero o un alero.
-Evita el alambrado en temporadas de lluvias intensas para prevenir marcas en las ramas.
-Usa tutores en especies con ramas frágiles.
4. Aparición de hongos y enfermedades
El ambiente húmedo favorece la proliferación de hongos y enfermedades como la botritis o el mildiu.
Medidas preventivas:
-Asegura una buena ventilación alrededor del bonsái.
-Evita que las hojas permanezcan húmedas por demasiado tiempo.
-Aplica fungicidas preventivos si vives en un clima húmedo.
¿Cuándo es recomendable proteger el bonsái de la lluvia?
No siempre es necesario resguardar el bonsái de la lluvia, pero hay situaciones en las que es recomendable:
✔️ Durante lluvias torrenciales que puedan arrastrar el sustrato.
✔️ Si el bonsái está recién trasplantado y sus raíces aún son débiles.
✔️ En especies tropicales sensibles al exceso de humedad.
✔️ Si el bonsái tiene hojas muy pequeñas o flores delicadas que puedan dañarse.
En estos casos, puedes colocarlo bajo un techo, en un invernadero o usar una malla de sombra para reducir la fuerza del agua.
Después de la lluvia: ¿qué hacer?
Tras varios días de lluvias continuas, sigue estos pasos para asegurarte de que tu bonsái no haya sufrido daños:
-Revisa el drenaje del sustrato: Si está demasiado empapado, inclina la maceta para facilitar el secado.
-Inspecciona hojas y ramas: Busca signos de hongos o ramas dañadas y retíralas si es necesario.
-Revisa la necesidad de abonado: Si la lluvia ha sido prolongada, puede ser necesario reponer nutrientes.
-Coloca el bonsái al sol: Si ha estado sin luz durante días, expónlo gradualmente al sol para evitar un shock.
Conclusión
La lluvia es una aliada valiosa para el bonsái, proporcionando agua pura, limpieza y frescura. Sin embargo, el exceso de lluvia puede ser perjudicial, causando encharcamiento, pérdida de nutrientes y enfermedades.
Con los cuidados adecuados, puedes aprovechar los beneficios de la lluvia mientras proteges tu bonsái de sus efectos negativos. ¡Observa tu árbol y ajústate a las condiciones climáticas para mantenerlo saludable!

Un bonsái disfrutando de la lluvia en un jardín.

Un bonsái con sustrato encharcado después de una lluvia intensa.

Diferentes tipos de sustrato con buen drenaje para bonsáis.

Un bonsái protegido bajo un techo durante una tormenta.

Un bonsái recibiendo cuidados después de la lluvia.